Edmundo Vallellano Castellano/Español

https://www.youtube.com/watch?v=JCt3a_AlFXU

Parece que una nueva era política está empezando por toda parte (bajo la crisis, o no tanto): Grecia; España; India... .

Se argumenta que se tratan de fuerzas políticas de la «ciudadanía», suponiéndolas intentando ellas al implementarse de la justicia social.
 
Pero el problema es que siempre permanecerán mientras PARTIDOS políticos en un mismo sistema político de REPRESENTACIÓN. Y por eso los vicios no serán removidos. Al final, la gente se hallará desapuntada — igual que antes.
 
La ciudadanía tiene que ver con la participación política, no necesariamente republicana, aunque más lógicamente eso.

Y justamente partimos desde ahí: no hubo antes, en toda la historia humana, repúblicas, dado que no podemos distinguir entre la denominada «monarquía» y una pretendida «república».
 
¿Cuáles son las diferencias fundamentales?

En las supuestas repúblicas actuales la mujer del presidente es ridículamente dicha «primera dama». Demostrando que nos encontramos no en repúblicas, tan sólo se tratando de monarquías populares (para no escribir populacheras), con rotación en el ejercicio del Poder, mientras el rey o la reina quedan en el vértice de la pirámide de manera vitalicia. Todavía, tales sociedades funcionan de modos semejantes, sea considerándolos bajo un punto de vista económico u otro, el político. Una muy insuficiente demarcación, sin embargo.

No  basta que uno diga que sea «rico». Es necesario detener la riqueza. No basta que uno argumente que sea una persona inteligente, pues necesita comprobarlo activamente, en situación. Un poeta popular escribió: § «Sé que parezco un ladrón, § Pero hay muchos que conozco que, § No pareciendo lo que son, § Son aquello que yo parezco» (António Aleixo, Algarve, siglo 20), porque «ser o no serlo es donde está la cuestión», según Shakespeare...