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Carl Sagan y las Dimensiones

Carl Sagan y las Dimensiones

                                      Sobre la 4ª Dimensión - y Otras Más

                         http://www.youtube.com/watch?v=P6MQBb51jas 

El norte-americano de origen armenio Carl Sagan, físico con otras subespecialidades científicas afines, explica, de manera realmente ingeniosa, aunque no creativa ni significativamente imaginativa, la relación, todavía sensorial, entre la 3ª dimensión y la 2ª, para desde ahí poder colocar la hipótesis de la existencia de una dimensión. A cuya concepción él hace apello pidiendo al espectador que desarrolle su imaginación, pero nada más haciendo sino atribuirle su determinación basada en ejes intersectándose mutuamente según ángulos de 90 grados unos y otros, igual que en la 3ª dimensión, de esa manera dando relieve físico a la 4ª dimensión.

En otra parte (...) defendemos la extravagancia conceptual que la noción física-matemática de dimensión constituye, asumida en un sentido material, es decir: espacio-temporal.

En este caso demostrativo (¡!¿?) de Sagan él intenta conducirnos al entendimiento de la diferencia entre la cuarta dimensión y la tercera comparándolas con la relación que a su vez se establece entre la 3ª y la 2ª.

Pasa que, no pudiendo compararlas demostrativamente en términos físicos, porque, de acuerdo con lo sustentado, nosotros no conseguimos tener la percepción sensorial de una 4ª dimensión, Sagan remplaza la 4ª por la 3ª en su explicación comparativa entre la 3ª y la 2ª. Hecho que desde luego se vuelve una extrapolación grosera y abusiva, no meramente arriesgada.

Pero Carl Sagan aun olvidó un hecho fundamental: el de que, para que él intuya que existan dos ejes determinando a una hipotética superficie lisa, todavía sensorial y por eso así mismo hipotética, él necesita de TIEMPO. Y para que haya un solo eje, necesario es, a su vez, que exista una DIFERENCIA entre dos puntos (al menos dos...). Y para que exista una tal diferencia, aun se vuelve necesario que esté establecida la RELACIÓN por la que el espacio se vuelve determinado o existente (¡!) – y «existente», de acuerdo con aquella diferencia relacional (y no porque sea existente mientras condición necesariamente previa, la que no existe allí, porque no existe FÍSICAMENTE un espacio previo y eso ya lo intuyó la cosmología creacionista contemporánea después de Hubble, que aboga la Gran Explosión originaria).

Los físicos y matemáticos conciben una segunda dimensión partiendo de la intersección de dos ejes componiendo rigurosos ángulos de 90º por cada una de las intersecciones. Y así reportándolas a la superficie absolutamente lisa.

Ahora bien: tal superficie lisa no existe de hecho en la realidad física. Por lo que la autoría de una realidad bidimensional, que es atribuida al antiguo geómetra griego Euclides, se vuelve un abuso perpetrado por la modernidad cultural europea/occidental y su subsecuente contemporaneidad.

Pues en la realidad material que experimentamos sensorialmente (¡!) no existe la superficie lisa, una vez que esta pantalla de plasma de la computadora detiene relieve, sin embargo de que yo casi no lo detecte de modo sensorial (dado que, si no tuviera algún tipo de relieve, ¡Entonces yo no podría percibirla mientras realidad!) – de igual manera que la hoja de papel en la que dibuje previamente los textos que escriba posteriormente posee relieve, u otra cosa que pueda concebirse como siendo físicamente real.

Así, un espacio con dos dimensiones no existe: es algo meramente ideal.

El problema de los físicos y matemáticos reside en el hecho de que no están capacitados a comprender los escondidos rincones de la multiplicidad material de una manera que fuera diferente de la manera estrictamente sensorial, empírica, objetiva, que sea visible y palpable.

Pasa que la matemática, una abstracción de la racionalidad humana, no puede servir de auxiliar perfecto a la ciencia física si uno insistir con el estribarse en la sensorialidad. Pues de esa manera jamás percibirá otras realidades existenciales, temando con imaginarlas siempre partiendo de la experiencia sensorial cotidiana y de una forma absolutamente copiada.

Entonces, el problema de Sagan fue igual que el de otros científicos, arrestados por la consideración de la exclusividad del dato sensorial por parte de una seudofilosofía empírica que caracterizó al pensamiento de habla inglesa, lo cual impone, desde el siglo diecisiete, sus principios a los demás, de una manera elementar y sencilla, pero dictatorial.

Hay otras realidades existenciales igualmente tangibles, aunque tangibles de otra forma no idéntica a la que nos conduce a percibir las realidades por medio de la sensibilidad que es típica de seres biofísicos.

Y si uno buscar percibirlas de la misma manera por la que percibe el agua de los ríos o la tabla de la mesa, ocho mil años transcurridos y aun quedaremos sobre una tabla de mesa intentando explicar la 4ª dimensión basados en la comparación entre lo que entendemos constituir la 3ª y la 2ª. Extrapolando y extrapolando de nuevo, sin término...

La forma por la que científicos como Sagan siguen imaginando la Naturaleza es la misma por la que Einstein ha concebido el espacio y el tiempo: dos entidades físicas correlativas, no independientes entre sí, todavía expresándose de manera co-implicada en un Espacio más amplio que acoja el continuum de espacio-tiempo y todo lo demás que ahí ocurra. ¿Qué otra manera el pobre Einstein descubriría para concebir la realidad física?, sin que hiciese recurso a un previo espacio hueco y vacío, amplio y absolutamente recurrible por el señor fotón. Y desarrollando su concepción de tal manera, él ha duplicado el espacio, igual que un pintor duplica o dobla a su idea sobre la pantalla blanca que tiñe con su pincel.

A veces no basta con el serse un eminente pintor para que uno pinte bien: es idénticamente necesario poseerse sentido estético apurado y realizador, para que uno sepa servirse de los caballetes y las paletas...

Y aun defienden que los filósofos sean inútiles. O inconvenientes policías, que fue así que Einstein clasificó a la filosofía. Porque no le(s) convenía...

 

EV,

22 de Mayo de 2014.