Edmundo Vallellano Castellano/Español

En los últimos tiempos he analizado atentamente entrevistas con algunos de los contactados ufológicos de América Latina exportadas a Internet. Y sin referir sus nombres, puedo afirmar que se contradicen alegremente.

Unos sustentan que los extraterrestres sean todos superiores y pertenezcan a una Fraternidad Cósmica. Otros hallan que haya buenos y malos, amistosos e indiferentes, o inamistosos. Lo más de las veces casi confunden, o confunden de verdad, la esfera espiritual y lo que pertenece al dominio extraterrestre, aunque de primera grandeza.

Hay quienes sustengan que, tras morirse, uno va a un nivel en lo que quede por 5 años, de ahí pudiendo evolucionarse a un nivel superior, en el cual permanecería por 15 años (es ridículo hablarse de tiempo, y un tiempo según la consideración terrestre, en un nivel espiritual, que necesariamente no obedece a parámetros de orden natural físico). Hay de todo tipo de mistificadores entre ellos, muchos de los cuales confunden «nivel espiritual» y «serse alienígena».

Todavía me parece que Enrique Mercado Orué se trató de un caso singular; por su (aparente) autenticidad; por su sencillez; por su pureza. Pena que haya fallecido en 2004 y poco quedó de su experiencia. Los demás me (a)parecen mucho banales, o incluso charlatanes, sea en su manera de exponer, sin entusiasmo ni convicción, sea porque estén fallos de brillo interior.